Emoción, alegría, lágrimas, abrazos, felicidad, son todos calificativos con los que convivimos esta noche única, anhelada durante muchísimos años, por cada uno de nosotros, hinchas de Estudiantes que sentimos los colores muy dentro nuestro. Hoy el pincha por primera vez en sus 112 años de vida tiene su estadio iluminado. Una iluminación de primera, realizada con última tecnología, sin tener que envidiarle nada, a la iluminación que puedan llegar a tener los clubes más grandes de primera división. Un estadio modelo. Por eso las lágrimas de muchos viejos y jóvenes, que aún no pueden creer lo que vieron. Sentimos lo mismo, ese orgullo de ser de Estudiantes y llevarlo en la sangre. Gracias a todos los que hicieron posible este hermoso sueño. Vale mucho más que un campeonato. Muchos hinchas pasaron hoy por el Ciudad de Caseros para contemplar la casa de uno más linda que nunca, y nuestra casa ya no es para esta categoría. Dios quiera se pueda lograr el ascenso al Nacional B. Pero sin lugar a dudas, hoy no fue un día más en la vida de Estudiantes, fue la noche donde cada uno de nosotros, sintó una inmensa alegría en el corazón, y los que no están entre nosotros, desde el cielo habrán sonreído sintiendo la misma felicidad que nosotros. ¡Sí hasta la luna quiso estar presente y alumbrar desde el cielo, uniéndose al matador. ¡Y vamos pincha carajo!
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